Me gustaban los polos de horchata, dormir la siesta en el armario, hacer pressing-cat con Nata, morder cartulinas, los libros de E. Gorey, recibir masajes de shiatsu caseros en las patitas y esconder cordones de zapatos y calcetines.
Este es un homenaje a mi preciosa princesa mono, que subió al cielo de los gatos el año pasado y estará ronoroneando en el regazo calentito de mi madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario